Nostalgia del Amigo
Tengo miedo de que algún día Jesús deje de desafiarme. Y cuando digo Jesús, no me refiero a la persona de Jesús, me refiero a esa imagen que me he hecho de él. Cuando dejo que la Palabra de Dios, osea, Jesús, me venga tal como es sin tratar de someterla a ningún esquema aprendido siempre termino sorprendido. Por eso a lo que le tengo miedo es a que algún día deje de hacer estos viajes a descubrir la frescura de Jesús en diálogo con Él... privado de todo, de esquemas, de tiempo, de retiros por preparar, de discusiones, de escuelas y de toda esa cosa que suena tan alto que me distrae.
Es que es tan cómodo fabricar un ídolo, que temo perder al Jesús de verdad.
Estos próximos días estaré hablando con Él.
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